Cuando el círculo comienza a moverse, se representa como una espiral.Desde ese momento propone la evolución, El camino al "cielo" como símbolo de transformación y crecimiento, acercándose al Ser Superior, rara vez se presenta como una línea recta.
Todas las espirales naturales tienen un "ojo", un núcleo que difiere del torbellino que lo rodea. El ojo, la fuente, lo incognoscible es el lugar que siempre se aborda y nunca se alcanza. Alrededor de este ojo misterioso y silencioso vemos lo cognoscible, el universo turbulento, la espiral.
Las espirales son un signo de crecimiento y cambio, donde a menudo encontramos cierta resistencia dentro de nosotros mismos (incertidumbre, miedo a lo nuevo
En el centro de nuestro "Ser", en lo profundo de nuestra conciencia, podemos sentir un "yo" silencioso, calmado al saber, sin pensar: nuestro "esencia más profunda". Si perdemos la comunicación con nuestro "Ser", vamos a la periferia de la espiral y podemos experimentar una sensación de separaciónAquí sentimos resistencia como resultado de nuestros patrones de pensamiento, nuestro miedo, nuestra desconfianza, que nos puede llevar más lejos de nuestro centro.
El proceso de crecimiento puede consistir en salir periódicamente de nuestro centro y volver allí, justo cuando inspiramos y exhalamos.
Luego llegamos al mismo lugar donde estábamos antes, pero más rico, más experimentado y más alto en la espiral.

En este círculo móvil, esta espiral, te mueves, te tomadas.
Una y otra vez, el lugar donde te vas es un nuevo comienzo, una primera vez, maravilla, admiración. Este nuevo lugar es más rico, a través del tiempo y el espacio, a través de tus propios pasos de baile y los de los demás. Todo y todos se mueven juntos en la misma dirección, en la misma medida y con el mismo ritmo.
Todos se mueven de manera diferente y, sin embargo, movemos juntos

Te vuelves consciente de tu amor incondicional, la fuente inagotable del "aquí y ahora", del hecho de que todo se mueve y está .